Tanto la persona física, especialmente a la hora de celebrar contratos de importancia, como el empresario, deben contar con el asesoramiento de profesionales cualificados. Para el caso de que no hayan tenido tal previsión, o, aún contando con dichos profesionales, el caudal de recursos del que disponen sea inferior a las deudas contraídas, a los efectos de evitar acciones de responsabilidad contra ellos, desde este despacho se realizan todos los trámites, tanto previos como judiciales, a la hora de instar los  concursos de empresas y de personas físicas, única salida que nos permite nuestro ordenamiento para intentar volver a la normalidad mercantil o civil.